El Centro de Instrumentación Científica de la Universidad de Granada ha puesto en marcha una nueva Unidad de Animales Gnotobióticos, en los que se incluyen animales axénicos (sin ningún tipo de microflora) y animales gnotobióticos a los que se les implanta una microflora conocida. Estos modelos animales están siendo ahora ampliamente utilizados en numerosos campos de la investigación biomédica, ya que se ha comprobado que la microflora juega un papel determinante en la anatomía, fisiología o incluso el comportamiento de esos seres vivos. Incluso, se han puesto tan de moda que ya se habla de ellos en la prensa generalista. Por otro lado, es cada vez más clara la asociación entre el desarrollo de patologías y una determinada microbiota.

Entre las enfermedades en las que la microbiota parece implicada de una u otra manera, están algunas tan prevalentes en los países de nuestro entorno como la enfermedad inflamatoria intestinal o el síndrome de intestino irritable. Incluso, hay algunos artículos que sugieren una relación entre un determinado tipo de microbiota y la enfermedad celiaca. También parece estar implicada en el desarrollo de algunos de los cánceres más prevalentes actualmente como el de colon, hígado o estómago. Así mismo, se ha observado como cambian los distintos filotipos bacterianos entre personas normales y obesas, lo que podría ser un nuevo campo de investigación para la pandemia de obesidad del primer mundo.

En la nueva Unidad de Animales Gnotobióticos, se podrá contar con animales sin microflora a los que se pueda inocular aquella conocida, modificándola de acuerdo con los objetivos del proyecto y así modelizar las enfermedades antes descritas. Una vez desarrollado el modelo, se podrán probar en ellos los tratamientos correspondientes. Para ello, la unidad cuenta con un equipamiento altamente especializado consistente en unos aisladores rígidos fabricados en metacrilato para el mantenimiento de la colonia de animales axénicos. Estos aisladores poseen dos guantes para la manipulación del material en el interior y una puerta de transferencia para acoplar unos cilindros de acero en los que se autoclava el material que va a ser introducido, de manera que todo está estéril cuando entra en contacto con los animales. A su vez, los aisladores serán esterilizados antes de su uso y periódicamente mediante un equipo de vaporización de ácido peracético y peróxido de hidrógeno.         

La Unidad se completa con un rack de cubetas de tipo Isocage® con presión positiva y totalmente aisladas. A estas cubetas, se transfieren los animales requeridos por los investigadores para trabajar con ellos como axénicos o para la inoculación de la microflora deseada. Los procedimientos se realizan en una cabina de seguridad biológica especialmente diseñada para trabajar con las cubetas y dotada de un sistema de desinfección química del exterior de dichas cubetas.

Todo el trabajo en esta Unidad se lleva a cabo bajo estrictos protocolos de esterilidad.

Más información: Centro de Instrumentación Científica de la UGR